Como regla general, cuando se habla de una pérdida de peso rápida, se trata del hecho de que el exceso de agua desaparece. Al mismo tiempo, la cifra en la balanza, por supuesto, se vuelve más atractiva, pero a largo plazo, tal “pérdida de peso” no conducirá a nada. En nuestro artículo, revelaremos los trucos que realmente ayudarán a perder peso, y lo más importante: puede hacerlo sin un gran esfuerzo y daño a la salud.

1. Elija cantidad en lugar de calidad
Se sabe que perdemos peso cuando creamos un déficit calórico. Sin embargo, no es suficiente simplemente reducir el contenido calórico diario de la dieta: para una pérdida de peso saludable y de calidad, es necesario controlar el equilibrio de proteínas, grasas y carbohidratos. Favorezca los carbohidratos “complejos”, las grasas saludables, los alimentos con alto contenido de proteínas, en lugar de contentarse con simplemente reducir las porciones de los alimentos no más saludables.

2. Diario de alimentos para ayudar
Al principio, esto puede parecer una actividad aburrida y monótona, sin embargo, al registrar todo lo que come en un día, puede estimar la cantidad de cosas dañinas y bocadillos inútiles que contiene su dieta. Analice cuándo es más probable que “intercepte” cualquier cosa extra. Esto ayudará a cortar la fuente de calorías vacías.

3. Concéntrese en productos de origen vegetal
Los resultados del estudio, que duró 20 años, mostraron que aquellos que comían más cereales integrales en lugar de refinados, incluían más frutas y verduras en la dieta que dulces, y preferían el té y el café a las bebidas y jugos endulzados, ganaban menos peso a largo plazo. El hecho es que en esta dieta hay mucha fibra, lo que ralentiza el proceso de digestión y optimiza la ingesta de nutrientes durante las comidas.

4. Favorezca los alimentos con un índice glucémico bajo
El índice glucémico muestra qué tan rápido el azúcar de los alimentos ingresa al torrente sanguíneo y qué tan lentamente se digiere el alimento. Los alimentos con una carga glucémica de menos de 55 (por ejemplo, verduras verdes, la mayoría de las frutas, zanahorias crudas, frijoles, garbanzos, lentejas y salvado de Desayuno) permiten que el metabolismo funcione a un ritmo más estable, lo que puede afectar positivamente la pérdida de peso. Los alimentos con un índice glucémico superior a 70 (papas, pan blanco y arroz) potencialmente ralentizan el metabolismo, lo que puede dificultar el proceso de pérdida de peso.

5. El arte de los pequeños pasos
La mejor manera de frenar todo y nunca ponerse en forma es cambiar drásticamente su dieta, comenzar a hacer ejercicio todos los días o eliminar completamente los carbohidratos de la dieta. Con tal autolesión, no durarás mucho. Abandone sus malos hábitos alimenticios gradualmente: por ejemplo, en la primera semana, deje de beber té y café dulces, reemplace el pan blanco con granos integrales en la segunda semana, y así sucesivamente.

6. No te saltes las comidas
Comer a intervalos regulares durante el día optimiza el control del azúcar en la sangre, lo que significa que al comer regularmente puede evitar un salto brusco (y luego una caída) en este indicador. Tales picos solo ocurren si comes demasiada comida con el estómago vacío.

7. Obtenga proteínas sin exceso de grasa
La proteína dietética es una de las herramientas más importantes en su Arsenal para perder peso, en parte porque se gasta más energía en la digestión de proteínas que en la digestión de carbohidratos y grasas. Sin embargo, la fuente de proteína en la dieta a menudo contiene muchas grasas, lo que aumenta significativamente el contenido calórico de la comida. Favorezca Fuentes de proteínas como: pechuga de pollo, pescado blanco, productos lácteos bajos en grasa, (yogur Griego, queso y requesón).

8. Componer la proteína y el dulce
Cuando combina carbohidratos (como tostadas) con proteínas (yogur) y/o grasas saludables (pasta de maní), ralentiza la digestión, lo que lo hace sentir más lleno que si solo comiera carbohidratos.

9. Elija carbohidratos con alto contenido de fibra
La fibra disminuye la velocidad a la que el cuerpo digiere las calorías de los carbohidratos. Esto le permite sentirse más lleno y mantiene sus niveles de azúcar en la sangre más estables. Favorezca el pan integral y las frutas.

10. Beber más agua
A menudo confundimos conceptos como hambre y sed. Tome la regla de beber un vaso de agua 15-20 minutos antes de las comidas: esto le permitirá comer menos, ya que el volumen del estómago ya estará parcialmente ocupado por el agua. Trate de beber 8 vasos de agua pura al día (en días calurosos o días de entrenamiento, vale la pena aumentar la tasa de consumo).

11. Deseche el alcohol
En primer lugar, el alcohol es dañino en sí mismo, en segundo lugar, es bastante calórico (especialmente si se trata de cócteles dulces en el Bar). En tercer lugar, para una bebida alcohólica, seguramente elegirá un refrigerio no menos calórico y dañino.

12. Controle el estrés

La mayoría de las personas tiene el mal hábito de” morder ” el estrés. Esto se debe a que el cortisol, una hormona del estrés, reaviva el apetito por alimentos dulces y grasos. Para lidiar con una situación estresante, hay muchas formas más agradables y gratificantes.

13. Duerme más tiempo
La falta de sueño se asocia con una desaceleración del metabolismo. Debido a la falta de sueño, los niveles de leptina, la hormona de la saciedad, disminuyen en la sangre. Por lo tanto, si no duerme bien por la noche, comerá muchas más comidas dañinas, grasas y calóricas al día siguiente.

14. Hacer deporte
Consejo banal, pero efectivo. Pero no espere un milagro de un solo entrenamiento: el resultado real del ejercicio solo lo notará después de unos pocos meses de entrenamiento regular. Además, el deporte tiene un efecto positivo en todo el cuerpo en general: sana el sistema cardiovascular, mejora la flexibilidad y la resistencia.

15. Tener sexo
Además del hecho de que el sexo también es una cierta actividad física, aumenta la producción de neurotransmisores serotonina y dopamina, que naturalmente reducen los antojos de alimentos.